Si,
soy de esa gente que odia la siesta y cuando se queda dormida se riñe
por ello, que me despierten de malas maneras, despertarme tarde y ya no sea la hora de desayunar, las injusticias, a la
gente que lo piensa saber todo y en realidad no lo sabe.
Que me controlen o alguien piense ser mi dueño o que tiene algún derecho sobre mí, no ser capaz
de ayudar a alguien querido, que me corrijan, no ser capaz de
expresarme, las películas extremadamente románticas y ñoñas.
Que la vergüenza me impida hacer algo, una tarde en casa sin hacer nada, la sangre, que me hable como si fuese una niña pequeña, que achaquen mi mal humor a cualquier cosa externa, esperar por alguien, sentirme sola.
Tener miedo a hacer cosas por como saldrán, ensuciarme
las manos, que me obliguen a hacer cosas que no quiero hacer, comer
sin tener hambre, que la gente critique sin saber ni conocer, que las
camareras o dependientas me llamen amor o cariño, tener
responsabilidades.
El frío, que en las rebajas todo este revuelto, a
la gente que habla mal a las espaldas de otros y la mentira; aparte
de muchas cosas más.
Ella siempre quiso jugar a ese juego. Se había enamorado de la película 'Quiereme si te atreves' y era una loca obsesionada por hacer de su vida una gran película. Ella sabía que era la protagonista de se vida, la que formaba con trozos de películas vistas.
Un día lo encontró, él. Ella ya había conocido a muchas personas en su vida, pero cuando lo vio, supo que era con él con quien quería jugar a ese juego tan esperado por ella.
Ella no lo entendía, ¿por qué él? No se conocían casi, era nuevo en el vecindario y se podía considerar que era demasiado raro para cualquier cosa.
Puede que fuese todo eso lo que le diese el valor a ella para decirle, tras un incómodo hola en el ascenso, si conocía la mencionada película. Él le respondió que sí y en ese instante ella supo que era el indicado. Buscó rápidamente un objeto que sirviese para empezar lo que ella esperaba que fuese un lardo juego.
Sacó del bolso una pulsera, que llevaba bastante tiempo allí, se la puso y lo retó: Timbrar en el 3ºA y darle un beso en los labios a la chica que ahí vive ¿capaz o incapaz?
'Capaz' contestó él con una media sonrisa en la cara.
Sábados o domingo metida en la cama pensando o largas duchas en las que me planteo mi existencia y la de todo lo que me rodea están cargadas de ¿Y si...?
¿Y si no hubiese dicho eso?
¿Y si no me hubiese quedado callada, cómo estaríamos ahora?
¿Y si me mudase cando me dijeron?
¿Y si ellos lo hubiesen hecho?
Y entonces te das cuenta, es ese momento en el que te pasas a pensar en que todo lo que haces o incluso lo que dejas de hacer tiene sus consecuencias. Cada mínimo cambio que realices pone en acción el tan famoso efecto mariposa. Y eso da miedo, pero no lo puedes parar, porque quedarte parada también tiene otras consecuencias.
¿Y si estoy perdiendo el tiempo con esto que hago?
10 minuto más tirada en la cama puede suponer un mundo de posibilidades, puede suponer incluso un cambio radical en tu vida, y tanta responsabilidad da miedo.Y cuando crees que entonces solo tienes que hacer lo que quieras, en el momento que quieras y no perder el tiempo.
En tus pensamientos aparece otra idea, también te das cuenta de todas las decisiones agenas a ti te afectan y es cuando tú, o al menos yo, te sientes pequeña, sin ningún poder a nada. Simple expectador de tu propia vida. Todas las decisiones de todos, incluso de una persona que está en la otra punta del mundo de la que no sabes que existe, ni ella sabe de ti, están interconectadas
Pero, entonces, ¿expectadores o protagonistas de nuestra vida?
Soy la mayor fan de esas canciones que marcan las vida de toda un generación, o varias. Esas que nadie dice saber o que a nadie le gusta pero todo, absolutamente todo el mundo se la sabe. Solo que yo voy un paso más, cuando todo el mundo solo se sabe el estribillo yo me sé la canción entera, o cuando nadie sabe cómo se titula la canción yo sé el título y quien la canta. Puede que no tenga ni idea del último videoclip de la estrella del pop, pero seguro que me sé la canción que esté tocando cualquier orquestucha en un pueblo perdido.
Y como todas las cosas del mundo, las canciones chorras también se pueden dividir en grupos.
1. La canción del borracho.
Es esa canción que todo el mundo conoce y que después de unas cuantas copas no hay nada que te apetezca más que cantarla y si se le puede añadir baile ridículo mucho mejor.
"Y nos dieron las diez, y las once, las doce y la una y las dos y las tres"
No creo que sea la mejor opción porque puede acabar todo el coro de borrachos llorando, pero bueno para gustos los colores.
"Ondiñas veñen, ondiñas veñen, ondiñas veñen e van. Non te vaias Rianxeira que te vas a marear."
Que esto no sé si es que yo soy gallega o que pero la tierra tira y que es sabido por todo que el borracho tira hacia su lengua más cercana ¿o acaso algún borracho se os ha puesto a hablar en alemán, por simple placer?
Y después están los himnos ya sea de tu equipo de futbol favorito como del colegio, o canciones que marcaron la vida personal de cada uno.
2. Canciones infantiles.
Esas canciones infantiles que todos los niños cantan, cuanto daño han hecho los Cantajuegos, y que por lo tanto toda la humanidad sabe. Imposible no aprenderla si te la canta un niño de 4 años a toda voz en el oído.
"Soy una taza, una tetera, una cuchara y un cucharón"
"Al pasar la barca me dijo el barquero las niñas bonitas no pagan dinero, yo no soy bonita ni lo quiero ser."
3. Openings de series.
"Ahora escucha la historia de mi vida, de como el destino cambio mi movida. Sin comerlo ni beberlo llegué a ser el chuleta de un pueblo llamado Bel-Air."
Quien no ha cantado esto y se ha motivado con el último "ah" puede tirar la primera piedra.
"Oliver, Benji, los magos del balón. Benji, Oliver, sueños de campeón. Beji, Oliver, el futbol es su pasión hay que marcar otro gol."
No podía con los dibujo, eran superiores a mí, no los soportaba. Pero, ¿cómo resistirse a esa canción? La tele no se cambiaba hasta que salía la canción y yo la cantaba a todo pulmón. En mi casa eramos más de los Simpson pero con la intro de Oliver y Benji.
"Abuelito dime tú, qué sonidos son los que oigo yo. Abuelito dime tú, por qué yo en la nube voy. Dime por qué yo soy tan feliz."
"No te vayas mamá, no te alejes de mí. Adiós mamá, pensaré mucho en ti."
Marco y Heidi siempre serán mi debilidad, solo vi el primer capítulo de cada uno y con cuatro años lloré como una magdalena. No he vuelto a llorar con una película ni con un libro, pero es que Marco y Heidi me tocaron el corazón.
4.Canciones que por casulidades de la vida un día se hicieron virales.
"Soldadito marinero conociste a una sirena, de esas que dicen te quiero si ven la cartera llena."
"La manos hacia arriba las manos hacia abajo y como los gorilas uh, uh, uh, vamos cainando"
"Adiós con el corazón, que con el alma no puedo. Al despedirme de ti, al despedirme me muero"
Me gustan los números pares. Así que espero que al menos este 2014 sea un poquitín mejor que el año anterior o menos plagado de discusiones, con eso me conformo. Mi horóscopo (en el que no creo, pero de vez en cuando leo) dice que este año encontraré pareja estable; miedo, tengo 16 años no quiero eso, que estaré bastante sana, eso me parece bien, y que no tengo que estresarme con el trabajo, como estoy estudiando no me preocupa.
Para este año tengo propositos, como los últimos años he hecho, y espero que me vaya un poco mejor que en años anteriores que creo que de 12 conseguí 1 o 2 como mucho.
1. Seguir estudiando inglés.
2. Decidir qué quiero estudiar.
3. Dejar de morderme las uñas.
4. Leer más.
5. Seguir escribiendo y escribir no solo cuando está mal.
6. No abandonar este blog.
7. Hacer deporte, al menos una vez a la semana salir a correr.
Y son siete porque a parte de los números pares, le tengo un amor especial al número siete.
Este año a sido un año raro para mí. No sé si bueno, no sé si malo, solo sé que raro. Es un año del que reviviría la primera parte, pero del que estoy muy feliz de dejar atrás la segunda.
Este año he descubierto que cuando estoy mal y no confío en nadie, puedo escribir. Siempre me han dicho que escribo mal, que para lo que escribo mejor que me tire en la cama y escuche música y por eso ahora todo lo que escribo no se lo enseñaría a nadie. No pretendo llegar a nada, solo escribo para desahogarme.
Este año he descubierto que soy muy frágil, más de lo que pensaba. También que todo me afecta y puedo llegar a arrastrarme por las personas que quiero, aunque por eso llegue a odiarme.
Este año he vivido experiencias que espero nunca olvidar como pasar un mes en Irlanda o ir al concierto de uno de mis grupos favoritos. Pero lo malo siempre hace más ruido y hace que lo bueno parezca desaparecer.
Este año he aprendido que yo tengo que controlar la situación y tengo que dejar de quejarme para empezar a actuar, que no me pueden frenar mis miedos sino nunca llegaré a hacer nada que me haga realmente feliz.
Este año he aprendido a base de "disgustos" y malos tragos, pero hasta de lo peor se puede sacar algo bueno. Ahora esperaré al 2014 con ganas esperando que sea un año mejor.
Todo celíaco se tiene que enfrentar a varías frases dichas por personas aleatorias de la vida que se repetirán durante toda su vida. Con las que tiene que aprender a convivir o hacerse con un rifle, disparar a todo aquel que diga alguna de esas frases recurrentes y posiblemente arriesgarse a quedarse solo en el mundo. Él y unos cuantos celíacos más.
Situación 1
Te encuentras con una persona con posibilidades, por sus síntomas, de ser celíaco. Con toda tu amabilidad le explicas sobre la enfermedad y le dices que él lo puede ser. Llegados a este punto, todo el mundo se siento como ofendido, como si los estuvieses insultando y entran en bucles de negación.
- NONONONONONO, que yo llevo toda la vida comiendo pan y estoy muy bien.
En ese momento subes los hombros y te decides a nunca volver a ser amable con ninguna otra persona explicándole sobre la posibilidad de padecer la enfermedad.
Situación 2
Persona aleatoria se entera de que eres celíaco. Te mira con cara de angustia y suelta.
PA: Entonces, ¿nunca has podido probar lo delicioso que es el pan recién hecho, tan esponjoso y calentito?
Eso, qué amable, tú sigue metiendo el dedo en la llaga.
Situación 3
Todo celíaco tiene que aceptar que cuando se vaya a cenar en grupo. Todos querrán compartir y tu serás el pobre marginado con tu plato individual. Y con tu cara permanente de asesino en serie para que a nadie se le ocurra meter la mano en tu plato y te jodan la triste ensalada que te tuviste que pedir porque estás cansado de explicarle a todos los camareros de la ciudad como tienen que cocinar aquello que te vayan a servir.
Situación 4
Llegas a un restaurante, decidido a pedir lo más sencillo que haya en la carta. Es decir, una chuleta con patatas. Te dispones a explicarle al camarero que el aceite en el que frían tus patata tiene que estar limpio. Aquí al camarero ya se lo pone cara de estar chupando un limón en gesto de "en aquí somos muy limpios, hombre por Dios.". Le sigues explicando que tienen que tener las manos limpias de pan o cualquier substancia con gluten cuando toquen tu comida. Y aquí llega el punto máximo de indignación camareril, momento en el que cualquier camarero se cruza de brazos con cara de señora indignada por lo que ha hecho la vecina del quinto y te dicen "oye, que aquí somos muy limpios."
Y ya no sabes si huir del país, o pedir tu ensalada de siempre al salir fuera de casa, que nisiquiera te gusta, y ya solo te queda rezar para que no se te ponga cara de lechuga.
Situación 5
Paras por delante de una pasteleria sería como un reto, con todos esos olores tan deliciosos. Donde siempre habrá alguien que te diga si entrais a comprar algo. Que en cualquier otro momento le perdonarías que se haya olvidado de que no puedes, pero en el momento que estás oliendo a croissant recien hecho, solo te apetece meterle un tenedor en un ojo y revolver.