viernes, 22 de noviembre de 2013

Tengo miedo.

Tengo miedo a la soledad. Tengo miedo a acabar en una relación por costumbre en la que mi pareja se pasa las tardes viendo fútbol en el sofá y bebiendo cervezas. Tengo miedo de la monotonía. Tengo miedo a menospreciarme y por eso aceptar cualquier cosa. Tengo miego a todo en general.



Pero, como un profesor me dijo una vez: "Tener miedo es bueno, te ayuda a buscar soluciones a tus problemas y te hace sacar un valor que pensaste perdido o que nunca pensaste tener. Sin embargo, tener pánico será tu final, te paraliza y no te deja avanzar." Y aunque su psicología puede que falle a veces; como cuando me dijo que le parecía una persona segura de mi misma, comentario al que le podría poner muchos peros; me hizo reflexionar en esa frase. Sabiendo que casi todo me da miedo, casi todo me pone nerviosa y demás me hice prometer que nunca dejaría que mis miedos se convirtiesen en pánicos.  Como todo lo escrito es más serio, pues aquí queda dicho.

Tenía miedo a tener miedo, pero ahora sé que en realidad tengo miedo a tener pánico. Todos mis miedos pueden llegar a contradecirse. Tengo miedo a la monotonía, pero también a los cambios y a lo nuevo. Dado mi larga lista de miedos y contradiciones en ellos, creo que solo queda una solución, poner prioridades en ellos y no dejar que ninguno se convierta en pánico.




PD: Acabo de descubrir un grupo que me ha encantado, aquí dejo una canción suya.

http://www.youtube.com/watch?v=u_1wrlIXnFo

2 comentarios:

  1. El miedo es algo muy contradictorio, supongo que los extremos siempre son malos... Y por muy precavido que seas nunca te libraras de que la vida te enseñe alguna que otra lección.

    Besos.

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    1. Estoy de acuerdo contigo, lo extremos siempre son malos. Y la vida, bueno hay que vivirla e ir aprendiendo de ella, si ya supieramos todo lo que está bien acabaríamos aburridos de tanta perfección.

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